Los últimos acontecimientos me han obligado a actuar con contundencia. De modo que tras conocer el aspecto más oscuro de la vida de Pablo; es decir, del anterior inquilino —de lo que es ahora mi cuerpo—, de inmediato me vino la imagen de la habitación cerrada con llave del apartamento. Busqué la dichosa llave en todos los rincones, aún con más determinación; intenté hacerme una ganzúa con un trozo de alambre; forcé la cerradura utilizando un destornillador, pero nada surtió efecto. Aquella habitación cobraba un misterio que antes no tenía, o al menos yo no se lo había dado hasta este momento. ¿Qué podría ocultar Pablo en ella? Tenía que averiguarlo lo antes posible o mi vida —y con ello el Proyecto— corría serio peligro de aquí a tres semanas, tiempo que dispongo para solucionar el problema del "kilo" o, en su defecto, de la cantidad demandada de dinero por aquellos individuos.
Bien, al final logré encontrar la escurridiza llave. Se encontraba oculta tras el marco de un pequeño cuadro del recibidor, pegada con un trozo de cinta adhesiva. Hay razones de peso por las que Pablo escondía allí la llave. Ahora entiendo sus secretos, y por qué los tenía tan celosamente guardados en dicha habitación. Para describirla hay que decir que no presenta un tamaño demasiado grande, más bien yo diría que algo pequeña, aunque para lo que él la quería era suficiente. Por el momento no revelaré en este informe otras cuestiones que descubrí en ella, y que me tienen desconcertado, aunque sí mencionaré que no encontré el "kilo" por ninguna parte. Lo que sí hallé para mi gran sorpresa fue —entre otras cosas— una especie de pequeña bolsa de viaje repleta de billetes de 50 €; exactamente, contados uno a uno, 32.650 euros. En ese momento sentí como un gran alivio. Aunque todavía resta mucho dinero para llegar a los 50.000 que los traficantes me reclaman.
Llevo varios días meditando sobre ello. Es mi principal preocupación ahora mismo. No sé que harán conmigo si les llevo la bolsa sin la cifra al completo. Seguramente pensarán que les estoy engañando. En cualquier caso, reconozco que mi situación económica ha mejorado significativamente.
Por otra parte me surgen muchísimas dudas al respecto; me encuentro inmerso en una gran lucha interna. Después de todo son meros traficantes que viven de gente desgraciada que consumen estas sustancias. Si les llevo el dinero, aunque no sea toda la cantidad, estaré contribuyendo a esta tragedia. Si no obedezco acabarán matándome, estoy seguro de ello. Y si eso sucediera, mi participación en el Proyecto finalizaría aquí; cosa que me disgustaría bastante, ya que no consumaría las directrices que me han sido confiadas, y lo que es peor aún, me faltarían muchísimas situaciones por vivir en este cuerpo humano. Experiencias que me están suministrando sentimientos que jamás había tenido en mi mundo.
Aún me restan tres semanas, tiempo que dedicaré a buscar alguna solución a este problema. Tal vez coja la bolsa de dinero y me vaya lejos de aquí, donde no puedan encontrarme. Después de todo es dinero de Pablo, aunque conseguido de una forma sucia; cosa que detiene de golpe mi conciencia.
Por cierto, en los últimos días he cambiado el itinerario de mi carrera diaria. No es grato para mí pasar por el lugar en donde me apresaron aquellos tipos. Recordarlo me produce temor. Espero que sea una sensación pasajera, porque no es una de esas experiencias que desearía repetir. Bien, lo que quería decir es que me encontré al nuevo vecino sentado a las puertas de un gran edificio pidiendo dinero, me acerqué y se ruborizó. Es el padre del chico autista que me encontré por las escaleras. Me dijo que estaba desesperado; que por más que lo intentaba no encontraba trabajo, y que tenía que alimentar a su familia sea como como fuera. Lo entiendo perfectamente, porque yo me encontraba igual. La diferencia es que sólo tengo que alimentarme a mí; ellos son tres. El nivel de angustia debe ser importante. Pienso en cuántas familias deben estar pasando por lo mismo y me produce tristeza; y ésta es otra de esas experiencias que no me gusta sentir.
Como dije antes, ahora pensaré en algo para intentar poner fin a mi problema.
«Cierro comunicación»
En'Sil
Amigo, yo diría que tu situaciòn econòmica habrà mejorado, pero tu situaciòn personal empeorò... para mì que la mejor opciòn que tienes es aprovechar ese dinero para irte a vivir lejos, donde esos delincuentes ya no te encuentren, no vas a estar usando el dinero mal habido para sacar provecho, sòlo lo estarìas utilizando para poner a salvo tu vida, y el proyecto, piènsalo...!
ResponderEliminarHola, Anónimo. Gracias por tu consejo, lo tendré ampliamente en cuenta.
EliminarHola amigo! ten cuidado con estas cosas. A lo mejor son "pesados" de verdad y si te vas, te encuentran y podría ser peor. No creo que nadie deje escapar así como así, 50.000 euros... es mucho dinero... Pero ¿qué tal si inviertes una pequeña parte? puedes comprar harinas, semillas algunas verduras y hacer panes integrales, o panes rellenos y venderlos en subtes, trenes, plazas.... si tienes "buena mano" para sanar, también la debes tener para cocinar. Si quieres, puedo enviarte recetas pero sino, busca en internet o youtube. Creo que debes pensar más en un proyecto independiente que en buscar trabajo en forma tradicional.
ResponderEliminarHola, Drgaona azul. Sería una buena solución, pero me temo que el tiempo que dispongo no será suficiente para reunir lo que falta. Aún así, estoy pensando muy seriamente en no devolverles el dinero, después de todo mi conciencia me dice que estaría cooperando con su juego sucio; que va contra la salud de las personas. A pesar de todo no lo tengo muy claro.
EliminarGracias por tus consejos, que también son tenidos en cuenta.